EL SALVADOR LUCHA CON LA POBREZA

El anhelo de muchos salvadoreños es dejar la pobreza, su sueño es viajar hasta el norte, sin importar lo que acontezca en el camino.

Muchas familias debido a la escasez de recursos económicos han tenido que emigrar a otras partes del mundo. Ese es el caso de William, un joven de 20 años que después de estar becado en una universidad privada y luego de ser víctima de la delincuencia tuvo que abandonar su carrera.

“Quiero que estudies mucho, tengo la esperanza que algún día logres una vida mejor. Pero lo que más deseo es que nosotros estemos juntos. Mi sueño salvadoreño es que ninguna familia tenga que separarse como nos ha tocado a nosotros”

¡Ojalá este sueño se cumpla!

Con mucho amor, Tu mamá

-tomado de la revista La Carta del Norte-

El sueño americano que muchos salvadoreños buscan; formó parte del nuevo proyecto de vida de William quien, lastimosamente fue deportado pero que aún sigue con la esperanza de conseguirlo.

Así como él, otras personas se ven obligadas a dejar el país para encontrar la oportunidad de superarse y salir de la pobreza. Miles de compatriotas viven fuera de El Salvador, conocen nuevas costumbres, otro tipo de comida o de música, aprenden otro idioma, se adaptan al medio que están, pero no olvidan sus raíces, tratando de mantener viva nuestra cultura, nuestras costumbres.

La pobreza está presente en un 45.3% de la población salvadoreña, según lo reveló la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) 2013. Con el análisis de estos resultados se concluyó que la pobreza afecta principalmente a la niñez siendo El Salvador uno de los seis países latinoamericanos con mayor pobreza infantil.

“Hay una mejora, la tendencia de los años que está en la tabla la refleja. En el caso de El Salvador, primero ha habido una reivindicación de la necesidad de que el Estado redistribuya. Ahora bien, cuando uno mira los niveles de pobreza están altos para países del nivel de desarrollo de El Salvador”, comentó Hugo Beteta director de la sede subregional de la CEPAL en México.

El funcionario considera que esta situación está relacionada con el lento crecimiento de la economía salvadoreña y la limitada capacidad de la las finanzas públicas para redistribuir más. Por eso es que dos de cada tres salvadoreños en edad de trabajar han encontrado empleo fuera de El Salvador, especialmente en Estados Unidos.

Diariamente salen un aproximado de 700 salvadoreños migrantes. De cada 100 salvadoreños que salen 20 no logran llegar a su destino. Pero los que lograron llegar se han dado cuenta que no todo es tan fácil pues tener empleo no es problema, ahora el problema es cómo sobrevivir y enviar remesas para ello muchos tienen hasta tres empleos y la mayoría trabaja en la construcción o restaurantes.

“Ya les envié la remesa de este mes, con todo mi amor, para pagar tus estudios y para que la abuela arregle el techo. Ya vas a ver que un día, con lo que voy ahorrando vamos a poder mejorar la casa y hasta pintarla del color que te guste”

-migrante salvadoreño-

De esta manera muchos hogares siguen creciendo y fortaleciendo sus techos, muchos niños siguen estudiando con el apoyo de familiares que radican en el extranjero, las remesas cumplen un pilar fundamental que ha ayudado al país a prosperar en infraestructura y en economía.

El área rural engloba a un total de 2.4 millones de salvadoreños y, de estos, un 38% son pobres de acuerdo con el estudio “Bases Fiscales para el Desarrollo Rural en Centroamérica” presentado por el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI).

La pobreza para muchos ha dejado de ser un obstáculo que con el tiempo tuvieron que superar pero otras familias no han podido, cada persona que se atreve a migrar lo hace porque las condiciones en este país no son favorables, somos un país con más de dos millones de salvadoreños en el exterior, ellos nos han influenciados y parece que somos un nuevo El Salvador.

“Me vine al norte por que no conseguía trabajo y tengo cuatro hijos que mantener”

-migrante salvadoreño-

Con su esfuerzo y creatividad los migrantes han impulsado la economía salvadoreña, en cierta manera otros salvadoreños están construyendo al país. La pobreza aún no se termina, pero se sigue combatiendo para tratar de reducirla.

Reportaje de Alberto Cabrera Campos